¿Quién cree poder hacer miel, sin compartir el destino de las abejas?
Y tu, ves lo que ellos nunca ven, te daría el cien por cien, me conoces, y ya no hay temor [..]
Que sabrán del mal y el bien, yo no soy lo que ven.
Todo un mundo durmiendo y yo sigo soñando..
Me levanto por la mañana, y saludo a mis ojeras que llevan su nombre. El camino hacia cualquier parte pasa por sitios que aun recuerdan sus pasos. Hoy saco del armario el ventilador pequeñito que me regaló y guardo su manta. Enciendo una varita de su incienso, y oigo música en sus auriculares. Me voy a la cama y si tengo suerte, lo encontrare en algún sueño. Efectivamente, los días de amor… son el motor del resto de nuestras vidas.
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